La etiqueta energética es una pegatina que se les pone a los electrodomésticos en los puntos de venta, para que el consumidor pueda valorar como es de eficiente un equipo determinado con respecto a otro de la misma gama.
Da una idea del consumo de varios factores como el eléctrico, de agua, tiempos de funcionamiento, capacidades y otros elementos que varían con cada electrodoméstico, para que el consumidor pueda hacer la compra más adecuada en cuanto a la relación calidad-precio-eficiencia.
Hay dos versiones de etiquetado energético, el original con niveles desde G hasta A y uno revisado que incluye los nuevos niveles A+, A++ y A+++. En principio es obligado para los electrodomésticos que más electricidad y agua consumen, como son:
Ha de recopilar información como:
El nivel de consumo de referencia es el nivel D, el resto de niveles indican el ahorro del equipo con respecto al de referencia, es decir que un electrodoméstico de clase A++ consume menos de un 30% del consumo de un equipo de clase D. Aquí se muestran las relaciones de ahorro de los distintos niveles energéticos: